Por Nicolas Malinovsky [*]
Tras la apertura de sesiones legislativas en Nación y en Provincia de Buenos Aires, quedaron expresados dos modelos de país antagónicos —neoliberal extractivista vs. productivo industrialista— y entre ellos dos modelos energéticos bien diferenciados.
Por su parte, tras la escena montada para el Presidente o “Profeta” Javier Milei, reafirmó su modelo liberal de desmantelamiento del Estado convocando a un nuevo “Pacto de Mayo” o podríamos decir “pacto para el saqueo”, que, entre sus 10 puntos, el número 6 convoca a un “compromiso de las provincias por avanzar en la explotación de recursos naturales”, entre los que podemos mencionar de interés nacional e internacional: petróleo, gas y litio. Nos preguntamos: ¿será la invitación a abrir las tranqueras provinciales para un nuevo saqueo?
Su contracara, el gobernador Axel Kicillof, denuncia las atrocidades provocadas por las medidas del nuevo gobierno nacional en apenas más de 80 días de gestión, haciendo hincapié en la caída industrial, comercial y el tarifazo que se está llevando adelante. Declaró que “la destrucción del poder adquisitivo pulveriza la demanda, el mercado interno y el consumo, en efecto, las ventas según CAME se desplomaron desde que asumió Milei en un 28,5%. Durante los 4 años del gobierno de Macri la caída fue del 17%, casi el doble ahora pero en 2 meses” (Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, 2024).
Libertad energética, libertad de negocios
“Cuanta más libertad se otorga a los negocios,
más cárceles se hace necesario construir para quienes padecen los negocios”.
Eduardo Galeano (1971)
El gobierno actual, sin un plan energético claro para los próximos 4 años, tras los anuncios realizados en apenas más de 2 meses de gobierno, pone de manifiesto que el modelo energético es un modelo neoliberal, aggiornado al contexto del siglo XXI, pero en el fondo similar al modelo energético del menemismo: privatizaciones, entrega de recursos naturales, planificación energética en manos del mercado, entre otros; en síntesis, un modelo neoliberal extractivista.
Un breve repaso de las medidas hasta el momento:
- El 18 de diciembre el gobierno declara la emergencia energética a través del DNU 55/2023, titulado “Emergencia del Sector Energético Nacional”, con vigencia de 1 año. Esta medida fue la misma que tomó el ex Ministro Aranguren el 15 de diciembre de 2015, el decreto de emergencia tuvo vigencia en ese momento 2 años, hasta diciembre 2017.
- El 20 de diciembre se publica el DNU 70/2023, titulado “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina”, su título VIII “Energía”, corresponde a las reformas energéticas, que introdujo reformas en el sector de hidrocarburos y eléctrico, a modo de ejemplo deroga la Ley N° 25.822 que ratificaba y establecía la realización prioritaria del “Plan Federal de Transporte Eléctrico”.
- Aumento de tarifas. Se realizaron audiencias públicas en gas, transporte y distribución de energía eléctrica y por quita de subsidios. Cabe remarcar que las audiencias públicas no son vinculantes para el aumento tarifario. La quita de subsidios y aumento de tarifa de distribución eléctrica implica aumentos para los hogares que llegan hasta el 200, y en comercios de entre un 300 o 400 %.
- Liberalización de los precios de combustibles. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) desde el 10 de diciembre hubo un aumento acumulativo en los precios de los combustibles del 85,12% (Página 12, 2024). Además, a través del DNU 107/2024, con fecha del 01 de febrero, el gobierno nacional inició “un proceso de regularización” de los “incrementos remanentes” que estaban congelados desde 2021 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.
- Privatización de empresas estatales de energía. Dentro del proyecto de ley “Ómnibus” original el gobierno nacional buscaba la privatización de 41 empresas estatales, entre las cuales, se encontraban YPF, Nucleoeléctrica Argentina S.A, Dioxitec S.A, Energía Argentina S.A (ENARSA), etc. (El Cohete a la Luna, 2024).
- Desmantelamiento de la empresa de bandera YPF. La empresa —a cargo de Horacio Marín, ex CEO de Tecpetrol— anunció el plan de inversiones 4×4 de YPF. Se enfoca en 4 pilares: 1) aceleración de la producción de petróleo en vaca muerta; 2) disciplina financiera en la gestión de inversiones; 3) maximizar las eficiencias operativas en los negocios; 4) proyecto de gas natural licuado (GNL) en Argentina. Además YPF considera desinvertir de dos formas: en los campos más maduros y menos productivos, se cederá la operación a empresas pymes y se harán contratos de compra de petróleo por varios años, mientras que las áreas que requieren mayor inversión se licitarán y se pondrán a la venta. También realizará una revisión del portafolio de las 25 compañías que tiene actualmente. Entre ellas se mencionó la compañía tecnológica Y-TEC, ya que consideran que la investigación y el desarrollo que llevan adelante no tiene integración con la industria ni con YPF. En tanto, YPF Luz e YPF Litio no están a la venta.
En política energética internacional, se ve un claro alineamiento de la actual administración con Estados Unidos e Israel. En febrero estuvo en la Casa Rosada Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, quién entre sus declaraciones se refirió a las inversiones estadounidenses en el noroeste argentino, dijo: “Queremos crear una cadena de suministro a minerales críticos como el litio” (La Nación, 2024). Para el caso de Israel, tras la visita del Presidente al país en Medio Oriente, la empresa israeli XtraLit anunció que invertirá u$s 104 millones para el desarrollo de litio en el país (Cronista, 2024).
A esto se suma el “coqueteo” de Milei con CEOs como Elon Musk que, además de ser el hombre más rico del mundo según Forbes, está interesado en el litio argentino para el desarrollo de baterías para su empresa Tesla, la segunda productora de autos eléctricos a nivel mundial detrás de la china BYD. En diciembre el Presidente comentó: “Una de las cosas que me pasó es que me llamó Elon Musk, y está sumamente interesado en el litio. Y también está muy interesado el gobierno de Estados Unidos, y muchas empresas de Estados Unidos” (Página 12, 2023).
“La verdadera política es la política internacional” decía el General Perón, entonces cabe la pregunta: ¿hacia dónde llevará el “no proyecto” de país del Presidente con estas alianzas internacionales?
Energía como pilar de la producción
En diferentes periodos de la historia argentina, según el contexto, el peronismo ha trazado un programa industrial, principalmente entre los años 1945-1955 y 2003-2015, en los cuales la energía era un componente esencial para poder desarrollarlos. Perón, a principios de 1949, decía “para poder industrializar tengo que dar energía barata” (Instituto Gestar, 2012).
Una digresión. Observando al viejo continente europeo, tras la elevación de los precios de la energía en Europa a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania, el sector industrial alemán hoy pide energía barata para poder sostener su industria. ¿Acaso los industriales alemanes son peronistas?
De vuelta a estas latitudes, en la provincia de Buenos Aires Kicillof mencionaba el pasado lunes ante los legisladores bonaerenses, que el “tarifazo energético, es simple y sencillo, el objetivo es poner las tarifas energéticas a precio internacional. Esto ya está ocurriendo con los combustibles, que quieren cobrarlo al mismo precio que se paga en Estados Unidos o en Europa, u$s 1 por litro, pero sin tener en cuenta dos realidades claves. Primero, que los salarios, jubilaciones e ingresos en Argentina son hasta 10 veces menores medidos en dólares, y segundo, que la energía de nuestro país se genera con recursos que son de todas y todos los argentinos”.
Como contracara de la política energética nacional, el gobernador planteó que la provincia seguirá promocionando y contribuyendo a un sistema energético que permita la generación de forma más eficiente y sustentable para el ambiente. Además, se continuará con el fomento a la generación distribuida —política derogada por el DNU 70/2023— a través de la instalación de equipos fotovoltaicos en escuelas rurales, instalación de parques solares en distintos lugares de la provincia y entrega de luminarias LED, entre otros.
Asimismo, en el acto de firma del convenio con cooperativas el pasado miércoles 6 de marzo, Kicillof decía: “El sector energético está siendo víctima de una reconversión muy fuerte, las cooperativas vienen a sufrir el resultado de un modelo energético absolutamente desatado, que piensa que la energía es un commodity, que tiene que generar la mayor cantidad de saldo exportable. (…) Si nadie puede consumir y comprar la electricidad a precio importado, mejor todavía, se genera un negocio en el mercado internacional. (…) que eso facilita a todas luces el negocio extractivista que se está planteando”.
En este sentido, Kicillof propuso siete puntos para abrir posibles negociaciones con el gobierno nacional e intentar frenar la embestida neoliberal, entre los cuales se destacan: La derogación del DNU 70/23; el rechazo al proyecto de dolarización; el dragado del Canal Magdalena.
Ingredientes para volver a ser colonia
“Nunca la riqueza americana sirvió a los pueblos americanos”.
Raúl Scalabrini Ortiz (1938)
Las políticas económicas implementadas por el gobierno nacional, con su bandera de ajuste, quita de subsidios y tarifazos, están provocando una recesión sobre la industria que comienza a encender alarmas entre los diferentes sectores. Según los datos publicados por INDEC, en enero de 2024, el Índice de producción industrial manufacturero muestra una caída de 12,4% respecto a igual mes de 2023 y una variación negativa de 1,3% respecto a diciembre de 2023. Agrega que la utilización de la capacidad instalada se encuentra en un 54,9% (INDEC, 2024).
Un claro ejemplo de la magnitud de la recesión es el caso de la emblemática siderúrgica Acindar, que anunció que parará durante un mes las cuatro plantas que tiene en el país tras la caída del 40% de su demanda de materiales para construcción, automotriz y electrodomésticos.
A esto se suma la crisis del sector energético tras la interrupción de la cadena de pagos por parte de CAMMESA, a causa de que el Ministerio de Economía, a cargo de Luis “Toto” Caputo, no haya realizado los giros para cubrir la deuda de las distribuidoras con CAMMESA, que ha febrero asciende a 490.925 millones de pesos (La Vanguardia, 2024).
Ante esta situación, el gobierno nacional decidió embargar las cuentas de las cooperativas bonaerenses, el eslabón más débil de la cadena. A modo de ejemplo, la cooperativa de Luján tuvo un embargo por $189 millones, según dijo su presidente en la firma del convenio con la provincia, mientras que Edesur (grupo ENEL del Estado Italiano), Edenor (Villa, Manzano, Filiberti) y DESA (Rogelio Pagano), que aglutinan el 61% de la deuda con CAMMESA, no han sido embargadas.
Como respuesta, el gobierno de la provincia firmó un convenio con las cooperativas eléctricas en el que compromete su apoyo en la búsqueda de alcanzar un diálogo con CAMMESA. El gobernador, ante las cámaras y federaciones que aglutinan al sector, dijo: “Las cooperativas eléctricas son fundamentales para brindar energía allí donde el mercado no ve un negocio rentable”.
En resumen, este modelo económico neoliberal que lleva a adelante el gobierno nacional, con las particularidades acordes a los tiempos que corren, representa intereses de sectores concentrados de la economía, conlleva despidos, cierres de comercios e industrias; historia conocida y dolorosa en nuestro país.
Marechal decía: “Muchachos, el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragios. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido, bueno sería entonces buscar esas botellas y refrescar esas memorias”.
En esa memoria colectiva se encuentran los recuerdos y vivencias de una Argentina industrial, pujante, que supo darle dignidad a “los nadies”; como así también, esa Argentina devastada bajo procesos neoliberales, de trabajo y riquezas para pocos, que en la historia reciente contiene la imagen trágica del 2001.
El 2024 plantea las mismas disputas históricas, las de un país para pocos o un país para las grandes mayorías. Tras la asunción de Javier Milei, se abrió una nueva etapa de saqueo que, enarbolado bajo la bandera de “libertad”, deja tierra arrasada a su paso; miseria y hambre. La contracara es un peronismo que empieza a reagruparse en provincia de Buenos Aires, hoy con Axel Kicillof como su exponente, desarrollando un modelo provincial con las banderas del justicialismo como pilar fundamental: soberanía política, independencia económica y justicia social.
[*] Nicolás Malinovsky es Ingeniero Electricista (UNRC), Magíster en Gestión de la Energía (UNLa), diplomado en Anticipación Estratégica y Gestión de Riesgo (UNDEF), director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECYT) asociado a la plataforma Pueblo y Ciencia. Docente en UNPAZ. Redes: @nicomalinovsky.
Este artículo fue publicado por primera vez en El Cohete a la Luna