Nicolás Malinovsky [*]
La Argentina es, sin duda, un país nuclear. La actividad del sector se formalizó hace ya 67 años a través del Decreto Nº 10.936 del 31 de mayo de 1950 en donde se pone de manifiesto una visión estratégica, expresando entre otras cosas: “…que el progreso de la energía atómica no puede ser desconocido por el Estado, en razón de las múltiples derivaciones de orden público que sus aplicaciones prácticas determinan o pueden determinar en el porvenir.”
Argentina instaló la primer central nuclear de Latinoamérica, Atucha I, inaugurada por el presidente Juan Domingo Perón en 1973, seguida de la Central Nuclear Embalse inaugurada 10 años después y, por último, la finalización y puesta en marcha de Atucha II en 2014.
En 2006, luego de más de una década de paralización del sector, reactivó sus actividades nucleares con el relanzamiento del Plan Nuclear Argentino, y a fines de 2009 fue sancionada la Ley 26.566, que declara de interés nacional la terminación de la Central Nuclear Atucha II y la construcción de dos nuevas centrales nucleares.
En busca de financiamiento para la construcción de dos nuevas centrales, Argentina suscribió los siguientes acuerdos:
- El 5 de septiembre de 2013, el Memorándum de Entendimiento para el Establecimiento del Mecanismo de Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica entre Argentina y China
- El 18 de julio de 2014, el gobierno argentino suscribió el Convenio Marco de Cooperación en Materia Económica y de Inversiones con el gobierno de China.
- El 18 de abril del 2017, con China se negoció y acordó el “Plan Quinquenal Integrado China-Argentina para la Cooperación en Infraestructura (2017-2021)”.
Esta continuidad en las acciones en materia nuclear daba esperanzas para que lo actuado en el sector se convirtiera en política de Estado, y que permitiera avanzar hacia una matriz energética sustentable tanto en cuanto a la eficiencia y economía de la generación eléctrica como en los aspectos ambientales vinculados a la reducción de emisiones, de acuerdo a los acuerdos internacionales.
En el marco de los acuerdos firmados, Argentina planteaba que la cuarta central, a instalarse en la ciudad de Lima, Provincia de Buenos Aires, fuera de tecnología CANDU, siguiendo la línea de la central Embalse, y la quinta central utilizara tecnología china HPR 1000 con diseño PWR, de agua liviana y uranio enriquecido. Sería la primera de este tipo a instalarse en Argentina, y aún no tiene definido lugar de emplazamiento.
Preguntas pendientes
- Teniendo en cuenta los masivos despidos de mano de obra calificada producidos en Atucha y los recientes en Embalse ¿quién construirá las nuevas centrales? Los científicos argentinos temen que el gobierno tenga la intención de compra una central “llave en mano”, desechando la experiencia, conocimiento y know how argentinos acumulados por décadas y que han servido a varios países de la región.
- ¿Qué porcentaje de partes e insumos nacionales comprende el acuerdo de la cuarta central nuclear de tecnología CANDU, teniendo en cuenta el desarrollo local producto de la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse?
- ¿Qué condiciones se impondrán en los contratos en cuanto al porcentaje de suministro nacional que permita al país avanzar en el conocimiento de las tecnologías de centrales nucleares de uranio enriquecido y, por lo tanto, en la capacidad nacional de decisión autónoma en el futuro?
- ¿Qué plazos se estiman para la implementación, en Argentina, de una planta de enriquecimiento de uranio a nivel industrial capaz de suministrar una parte, pequeña pero significativa, del consumo de la quinta central?
- ¿Cuál es el lugar exacto donde se propone concretar la instalación de la quinta central nuclear, qué estudios lo avalan, qué incluyen dichos estudios, por quién fueron realizados, qué autoridad nacional o provincial en la temática los ha revisado?.
- Y la ultima y quizá más importante, ¿ha participado en estos estudios la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)?
[*] Malinovsky es Ingeniero Eléctricista (UNRC) y maestrando en Gestión de la Energía(UNLa). Director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología asociado a la plataforma Pueblo y Ciencia.
Este artículo fue publicado por primera vez en Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)