Economía del conocimiento y revolución digital, una oportunidad para el crecimiento nacional

Por Arístides Silvestris y Betiana Vargas [*]

Desde hace varios años que resuena la temática sobre los trabajos del futuro y si la educación realmente está abordando de forma integral los desafíos venideros para la sociedad y las nuevas generaciones. Estas respuestas se encuentran atravesadas por todo tipo de intereses y donde además abunda la incertidumbre. Solo estamos seguros de que estos trabajos serán muy diferentes a los actuales.

La pandemia fue el gran catalizador de lo que muchos autores llaman la “Era del conocimiento” y Cuarta Revolución industrial, impulsada por la digitalización y automatización de procesos, incorporando el uso de Inteligencia Artificial y procesamiento de sus datos.

Está digitalización vino acompañada de trabajos en modalidad 100% remota apuntalados en la industria del software y nuevas tecnologías.

No es trivial que dentro de los 10 multimillonarios más ricos del mundo valuados por Forbes a fines de agosto de 2022, 7 de ellos pertenezcan al rubro de nuevas tecnologías: Elon Musk de Tesla y SpaceX, Jeff Bezos de Amazon, Bill Gates de Microsoft, Larry Page de Google, Sergey Brin de Google, Larry Ellison de Oracle, Steve Ballmer de Microsoft.

En gran medida la innovación de estas compañías están vinculadas al desarrollo de nuevas capacidades, impulsadas por el desarrollo de software, computación en la nube, conectividad y procesamiento de datos.

Según el informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado en el 2014, se prevé que en para 2025 ciudades como Buenos Aires, Montevideo, San José, Ciudad de México, Guadalajara, Bogotá, Campi – nas, Sao Paulo, Córdoba y Santiago serán polos importantes de desarrollo de software y tecnologías de la información. Estimando que para esa fecha la industria empleará a más de 1,2 millones de personas y generará ventas por más de 18.500 millones de dólares en todo América Latina.

En ese sentido el actual ministro de Economía, Sergio Massa, lanzó recientemente mediante la Secretaría de Economía del Conocimiento, una nueva etapa del plan Argentina Programa 4.0, una plataforma orientada a capacitar a 70.000 personas en conocimientos básicos de programación para desarrollo de software.

El ministro de Economía y el secretario de Economía del Conocimiento Ariel Sujarchuk participaron en una Mesa de Trabajo junto con los titulares de los ministerios de Educación y de Ciencia y Tecnología de la Nación, Jaime Perczyk y Daniel Filmus.

Estas nuevas herramientas deben ser adoptadas desde temprana edad, y para ello deben garantizarse ciertas condiciones de acceso, como lo indicó Jaime Perczyk a comienzos de julio en la Pre-cumbre sobre Transformación de la Educación que organizó la UNESCO en Francia, donde resaltó que “Este año vamos a entregar 1,6 millones de netbooks y el desarrollo de aulas virtuales, repositorios de información y recursos educativos digitales, y para fines de 2022 el 90% de las y los estudiantes de todo el país tendrán conectividad en sus establecimientos”, enfatizando que además “la escuela debe preparar para el trabajo, la producción, el arte, el deporte, la cultura, y tiene que permitir a todos formarse para el futuro”. Recientemente, el 7 de septiembre, durante la entrega de los equipos el mencionado ministro de educación, remarcó nuevamente que cada computadora tiene el nombre de su dueño porque “no se trata de un regalo, sino un derecho que surge de una política pública”.

Es posible apreciar que existen más de 1.800 empresas asociadas a la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), que nuclea a las entidades regionales dedicadas al desarrollo, producción, comercialización e implementación de software y todas las variantes de servicios en todo el pais.]

En este aspecto, es necesario que las PyMes también puedan absorber a los nuevos trabajadores calificados, abriendo la posibilidad al desarrollo en interno, y evitando de este modo, que las grandes trasnacionales monopolicen también la contratación de este tipo de recurso humano estratégico.

Las convocatorias de Capital Semilla y Aportes No Reembolsables (ANR), pueden ser una solución para que estas PyMes puedan mejorar su infraestructura y proyección, aprovechando el crecimiento de esta industria. Se trata de un sector que además de generar un gran valor agregado, tendría un impacto regional importante potenciando el consumo.

En este sentido, gracias a las iniciativas para nuevos nodos de interconexión internacionales, las redes troncales de los privados y la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO) de ARSAT, las limitaciones para el emplazamiento de nuevos polos tecnológicos son cada vez menores.

Recientemente, Enacom aprobó mediante la Resolución N° 1556/2022 un proyecto para extender la REFEFO a las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán. El objetivo es extender la capilaridad de la red en las tres provincias en hasta 590 kilómetros y conectar a 17 nuevas localidades en el Noroeste Argentino (NOA).

Por lo expuesto, es factible contribuir a la inclusión sociolaboral y acompañar al desarrollo de software en cada región del país, mediante la aplicación de políticas concretas que impulsen la articulación e integración con otros sectores, entre PyMes, Cooperativas, organizaciones sociales, sindicatos, Universidades y el Estado.

Es una gran oportunidad para garantizar a nivel nacional una fuente laboral de calidad que propicie la inserción de la juventud a este nuevo mercado pujante. Desde el OECYT creemos que sería un error irreparable perder las oportunidades que nos brinda el actual escenario marcado por la revolución digital.

[*] Silvestris es Ingeniero en Telecomunicaciones y Magíster en Ciencias de la Ingeniería (UNRC). Director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECYT) asociado a la plataforma Pueblo y Ciencia.

Vargas es Magíster en Ciencias Sociales con orientación en Educación (FLACSO). Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO). Licenciada en Psicopedagogía (UNRC). Diplomada en Anticipación Estratégica y Gestión de Riesgos (UNDEF). Doctoranda en Estudios del Desarrollo de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo (UAED) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), México. Investigadora del Programa de Análisis de la Construcción de Sentido en Plataformas Digitales (PAC) del Instituto de Cultura y Comunicación (ICC) de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).

Este artículo fue publicado por primera vez en Ámbito Financiero