ARSAT: el trasfondo de los cambios en el directorio de la empresa satelital

Por Arístides Silvestris[*]

Los grandes avances en las tecnologías de la información nos han permitido profundizar y adentrarnos en lo que desde ya hace un tiempo, se plantea como la Era del Conocimiento o las nuevas sociedades del conocimiento. En donde el conocimiento y la información tienen un impacto significativo en las vidas de las personas, ya que tiene el poder de transformar las sociedades y las economías. La UNESCO plantea que estas sociedades deben apoyarse en cuatro pilares: la libertad de expresión, el acceso universal a la información y al conocimiento, el respeto a la diversidad cultural y lingüística, y una educación de calidad para todos. Sin embargo, ocasionalmente varios de estos puntos parecen ser utópicos o muy difíciles de cumplir, sin una decisión política que los fomente y garantice dichas características.

La región latinoamericana tiene grandes dificultades para poder dar firmeza a estos pilares. Particularmente, la Argentina está realizando grandes esfuerzos y apuestas en la incorporación de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos posibles, achicando la brecha digital, todo esto gracias a la inversión en programas como Conectar Igualdad, Argentina Programa, y “Argentina Conectada”.

Este último hace hincapié en potenciar la empresa de servicios satelitales ARSAT, reforzando y ampliando la penetración de la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo), actualizando el centro de datos nacional y aprovechando los servicios de los satélites geoestacionarios para lugares de difícil acceso. Sin embargo, el camino no es simple, ya que se trata de un sector estratégico y de alta complejidad, que además fue desfinanciado por la gestión de Cambiemos, puntualmente Rodrigo de Loredo, yerno del entonces Ministro de Comunicaciones Oscar Aguad, había iniciado la entrega del proyecto ARSAT-3 a la empresa estadounidense Hughes Communications mediante la carta de intención firmada el 29 de junio de 2017 entre Rodrigo De Loredo y la compañía, perteneciente a EchoStar Corporation, siendo una de las empresas líderes en servicios de Banda Ka en la región.

EchoStar Corporation se encuentra respaldada por varios fondos financieros de origen angloamericano. Más del 28% de la participación accionaria de esta compañía está en manos de capitales pertenecientes a Vanguard Group y Blackrock. Estos fondos son considerados como los big players, o grandes jugadores, de las finanzas globales, teniendo la capacidad de imponer fuertes condiciones ante otros, incluso países.

El acuerdo firmado en aquel momento entre el ex funcionario y la empresa estadounidense, proponía ceder el 51% del satélite a la compañía extranjera, puso en alerta al sector tecnológico y a una serie de actores del congreso argentino.

Con él cambio de gestión, en febrero de 2020, el presidente Alberto Fernández anunció la reanudación del Plan Satelital Argentino que incluye la construcción del geoestacionario ARSAT-SG1 con servicios en Banda Ka, a desarrollarse por medio de la empresa rionegrina INVAP en alianza con la compañía Turkish Aerospace Industries (TAI).

En el 2020, se definió un directorio con personas con trayectoria y experiencia en el sector como Pablo Tognetti (presidente), Guillermo Rus (vicepresidente) y directores como Facundo Leal, Marcelo Tesoro y Anabel Cisneros.

Pasados los 2 años años de gestión y concreción de varios objetivos a lo largo y ancho del país, el 25 de enero 2022, mediante la Resolución 17/2022 de la Jefatura de Gabinete de Ministros, se propuso a Claudia Elena Bello como posible directora de ARSAT, quien ejerció cuestionadas funciones durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. Su designación fue repudiada instantáneamente por el sector y bloqueada por la empresa satelital. Adicionalmente, se reemplazó a Anabel Cisneros por la rionegrina Soledad Gonnet, ex vicepresidenta de INVAP; quedando compuesto finalmente por Tognetti (presidente), Guillermo Rus (vicepresidente); Facundo Leal, Marcelo Tesoro y Soledad Gonnet como directores.

Una vez firmado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el 28 de enero de 2022, y luego de anunciar, el 1 de febrero, el Cierre de la Revisión de los Requerimientos del Satélite ARSAT-SG1; continuaron los movimientos en el directorio, ya que el 24 de febrero de 2022, el economista y ex vicepresidente del Banco Nación cercano a Sergio Masa, Matías Tombolini fue designado como presidente de la empresa. El acta de la asamblea cita que “resulta conveniente que el Directorio entrante convoque a Asamblea Ordinaria a fin de que se designe al Dr. Néstor Pablo Tognetti en el cargo de Gerente General ante su gran trayectoria en el ámbito y rubro en el que corre la empresa.

El 2 de marzo, en la Apertura de las Sesiones Ordinarias del Congreso Nacional, el presidente anunció la creación del ARSAT-SG2 e informó que se actualizará la Refefo con la mira en ampliar 10 veces la capacidad de tráfico.

A 15 días del cambio del directorio de ARSAT, el 11 de Marzo, Néstor Pablo Tognetti, renunció a través de una carta en la que cuestionó con duros términos al nuevo presidente de la compañía, Matías Tombolini, “Me resulta imposible convivir con las actitudes del nuevo responsable del directorio, quien creo vulnera la historia de la empresa e irrespeta los objetivos que la misma encarna desde su fundación”, enfatizó“No encuentro otro camino en función del proceder del nuevo presidente de la empresa, con metodologías que considero contrapuestas a la cultura institucional de una empresa de tecnología, y en particular de ARSAT”.

Adicionalmente, la agenda del embajador de Estados Unidos en el país, Marc Robert Stanley, refleja el ritmo que le impuso Washington a las relaciones bilaterales en los últimos meses. En su paso se reunió con el ministro de Defensa, Jorge Taiana; el de Economía, Martín Guzmán; el de Seguridad, Aníbal Fernández; de Ciencia, Daniel Filmus; de Trabajo, Claudio Moroni; de Producción, Matías Kulfas, de educación, Jaime Perczyk; y con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; y algunos más como lo muestra su cuenta de Twitter.

El 19 de marzo, el vicejefe del Gabinete Nacional, Jorge Neme, y el director del Banco Mundial en Argentina, Jordan Schwartz, realizaron el cierre de la Misión del Programa de Desarrollo de Infraestructura Digital y se anunció que “El Programa de Desarrollo de Infraestructura Digital prevé un préstamo de 170 millones de dólares y tiene como objetivo fomentar la innovación en los servicios digitales que presta el Estado a través de ARSAT”.

Las diferencias que indica Tognetti, pueden estar vinculadas al acercamiento del nuevo directorio hacia los Estados Unidos, sus intenciones sobre el sector satelital y el posible condicionamiento externo.

Los recientes hechos respaldarían su decisión, ya que desde el 21 al 24 de marzo en marco de la feria Satellite 2022 que tiene lugar Washington DC, se hizo presente una delegación encabezada por Filmus y Kulfas, quienes están acompañados por los directivos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y 12 empresas representativas de la industria satelital argentina.

Sumado a eso, el pasado 21 de marzo, el Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC), le envió una carta a Juan Manzur, Jefe de Gabinete de la Nación, resaltando su “profunda preocupación” por las decisiones tomadas a nivel nacional, agregaron que “el área de las telecomunicaciones del Estado Nacional es un ejemplo de la situación planteada. La falta de profesionales idóneos, en puestos estratégicos de conducción dentro de las estructuras del Estado, hoy ocupadas por funcionarios que no están preparados para diseñar políticas, que tengan en cuenta las tendencias tecnológicas y los cambios que se están produciendo en el mundo, afecta el desempeño eficiente en el cumplimiento de misiones y funciones que tienen asignadas los organismos.Los últimos acontecimientos que han tenido como eje a la empresa Arsat son solo la punta de un iceberg que, silenciosamente, avanza y se convierte en un factor de degradación de las profesiones, en particular de las telecomunicaciones y otras tecnologías y servicios nominados como TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación)”.

Argentina tuvo por primera vez lugar en el pabellón de la feria Satellite 2022. Se organizaron reuniones entre las firmas argentinas y las compañías nucleadas en CompTIA (Asociación de la Industria de Tecnología de la Computación).

En sintonía con lo descrito, el 23 de marzo, Arsat publicó en Twitter “Nuestro presidente @matiastombolini se reunió con representantes argentinos del @BancoMundial, @cecilianahon y de @el_bid, Guillermo Francos. Exploraron nuevas posibilidades de financiamiento y trabajaron en posibles acuerdos de asociación con otros países de la región.”, y horas más tarde “Participamos del lanzamiento del Día de la Tecnología Argentina en la Embajada @ARGinUSA. Un evento que reunió empresarios del sector satelital y aeroespacial del ámbito público y privado.”

Seguidamente, el 24 de marzo, se logró firmar la incorporación como miembro pleno del Global Satellite Operators Association (GSOA), mediante la integración de Facundo Leal, al board of directors de la asociación. GSOA es una asociación internacional que representa a los operadores de satélites globales y regionales.
Más allá de los tintes personales de cada una de las declaraciones, es posible apreciar que la prestigiosa empresa ARSAT no está exenta a las tensiones presentes a nivel nacional. La preocupación por la entrega de soberanía y decisiones erróneas en favor de capitales estadounidenses está latente; el sector teme que ocurran maniobras economicistas similares a las propuestas por Rodrigo De Loredo en pos de generar vínculos para “dinamizar” y “hacer más rentable” la empresa; apostando a un joint-venture como uno de los posibles mecanismos para financiar el ARSAT-SG2 pero que podría llegar a condicionar más a la Argentina.
Considerando el rumbo que está tomando ARSAT, desde el Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECYT) creemos que este marco de alianzas puede realizarse mediante acuerdos que fomenten la integración regional desarrollando mejores condiciones para la sociedad en su conjunto, sin ceder soberanía y la toma de decisiones sobre un recurso escaso y crucial en el siglo XXI.

[*]Ingeniero en Telecomunicaciones y Magíster en Ciencias de la Ingeniería (UNRC). Director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECYT) asociado a la plataforma Pueblo y Ciencia.

Este artículo fue publicado por primera vez en Ámbito Financiero